Es el cuidado de los dientes, las encías, la lengua y toda la cavidad bucal en general. Una correcta higiene bucal implica que los dientes están limpios, las encías no presentan ningún dolor y se encuentran en buen estado y sin halitosis, es decir, mal aliento. Para ello Se requiere adquirir estos hábitos: el cepillado, la limpieza con hilo dental o interdentales, el enjuague y la visita periódica al profesional dental.

Es recomendable hacer una revisión al menos una vez al año para verificar que está todo bien o ver la necesidad de una limpieza dental profesional. La higienista bucodental realiza una limpieza exhaustiva eliminando toda la placa bacteriana (sarro) y tinciones que se acumulan sobre la superficie de los dientes y que no es posible retirar en casa.